Hay tanta casa con esqueletos es en los techos en Bayamón
tanto Mercedes con ojos de maní
tanto caco inquieto
hay tanto, tanto
que queda muy poco
de las calles en que crecí.
Hay tanta historia
a la vuelta de cada esquina
tanto escondido
para no perder los cupones
tanto perro
pero tan poco ladrido…
…¿donde estará mi juventud?
¿a dónde se habrá ido?.
Boconas vecinas
en dubis y chancletas
me espían por las ventanas
de sus fuchas fortalezas
mientras que por la calle no pasa
ni un puberto en bicicleta.
Un canasto aburrido
llora escondido
detrás de un zafacón
rescatando de el olvido
aquella bola
que nunca mas se le encestó.
Y aunque yo jure seguir siendo
el flacucho de pelo largo
con el radio amarrado al manublio
y grasa de cadena
en la pata derecha del pantalón
se que juro en vano
por que no me queda ni la sonrisa
ni las manos
de aquel jíbaro desterrado
que entonces era yo.
6/8/’11
Rodrigo

Me gusta:
Me gusta Cargando...
Acerca de sincalma
Tengo una boca
y la se usar
lo se
por que se mentir...